viernes, 7 de diciembre de 2018

Formación Docente: ¿Se forma a los/as docentes para atender la diversidad en el aula?

🔼Hablamos de la necesidad de lograr una educación inclusiva y de calidad, y para aquello es necesario tomar atención a qué tan preparado está el cuerpo docente para ejercer este importante cambio, pues es uno de los principales actores de la educación y uno de los principales agentes de cambio. Entonces nos preguntamos ¿Los/as docentes tienen una preparación de base sobre educación inclusiva?

➥ Según Jiménez y Montecinos (2015), son los/as mismos profesores/as los/as que admiten tener una falta de formación universitaria en torno a las prácticas inclusivas, reconociendo que existe una gran brecha entre lo que les enseñan y entre lo que ven luego en sus prácticas profesionales en relación a la educación inclusiva; éstos/as agregan que presentan un déficit de herramientas teórico-prácticas que dificulta poner en marcha cambios pedagógicos, recalcando que, además, en las escuelas no se tiene una buena base sobre lo que es inclusión, teniendo una limitada concepción de ello (citado en San Martín, Villalobos, Muñoz & Wyman, 2017). Asimismo, Tenorio (2011), afirma que la inclusión y el abordaje pedagógico de la misma, aún no forman parte de políticas universitarias que consideren esto como un tema central y esencial en su formación; de hecho, la mayoría de los programas y currículos de la formación docente utilizan variadas herramientas que se basan en el aprendizaje de estudiantes promedio, no considerando la diversidad presente en los/as educandos (citado en San Martín et al., 2017). Así, vemos cómo la educación inclusiva se ve estancada por problemas de base, ya que se prepara a los/as docentes sobre la idea de que la escuela es un espacio homogéneo, no teniendo en cuenta que en el aula se encontrarán con niños y niñas con diferentes necesidades de apoyo.
Siguiendo con la temática anterior, podemos ver que en Chile, la calidad de la formación universitaria de los/as docentes se encuentra en constante crítica, así también el nivel de comprensión y utilización que tienen éstos en torno a la perspectiva de la educación inclusiva; de tal forma que varios investigadores concluyen que quienes egresan de pedagogía en nuestro país, no están preparados para afrontar la diversidad existente en las aulas (San Martín et al., 2017).
Además de lo previamente expuesto, en los últimos diez años se ha denotado un aumento excesivo en la oferta de programas de Pedagogía, lo que ha traído consecuencias importantes, como una alta precarización del sistema de formación de los/as docentes (Bellei y Valenzuela, 2010; citado en San Martín et al., 2017). Algunos/as han sido formados/as en instituciones que son consideradas de mayor calidad, lo que da para pensar que la capacidad de éstos/as para reconocer y trabajar con la diversidad en el aula se encuentra desigualmente distribuida en el sistema educacional chileno (San Martín et al., 2017).
Este preocupante escenario promueve una variedad de desafíos que recaen en la formación docente inicial. Hay que hacer frente a la necesidad de que el Estado oriente y promueva el desarrollo de marcos comunes de acción en las escuelas de pedagogía, generando que todos/as los/as profesores/as cuenten con herramientas para enfrentar la diversidad, teniendo como foco central de todo este proceso el hecho de que las diferencias entre el estudiantado es algo inherente del ser humano, por lo que debería ser imposible no tomar atención a aquello (Florian, 2007; citado en San Martín et al., 2017). Así también, Florian (2007), añade la importancia de generar un enfoque integrador de formación inicial docente, donde exista colaboración y diálogo entre profesores/as destinados a la enseñanza regular y los/as de enseñanza especial; pues, de esta forma se potencian y aprenden los/as unos/as de los/as otros/as (citado en San Martín et al., 2017). Creemos que este punto del autor es fundamental, ya que el trabajo colaborativo entre los/as educadores/as sólo traerá consecuencias positivas. Al dejar atrás la recurrente lógica de división del trabajo se fortalecería el trabajo realizado en los establecimientos educativos, favoreciendo el desarrollo de una perspectiva y práctica común en torno a la educación inclusiva, trabajando todos/as juntos/as por hacer de ésta una realidad.
Sin duda este es un tema de importancia nacional -e internacional-, siendo imprescindible que todos/as nos vayamos informando sobre él. Es por esto que a continuación les presentaremos un video de la Asociación por los Derechos Civiles (ADC), que lleva por nombre "¡10 consejos para docentes sobre Educación Inclusiva!", esto con el objetivo de ilustrar algunas prácticas docentes que formarían establecimientos educacionales y aulas más inclusivas, siendo de utilidad para todos los/as lectores/as de este blog, debido a que aquí se hace hincapié también en los derechos de los/as niños/as a acceder a una educación de calidad, siendo fundamental que todos/as seamos consciente de ello.


Referencia: San Martín, M., Villalobos, C., Muñoz, C. & Wyman, I. (2017). Formación inicial docente para la educación inclusiva. Análisi de tres programas chilenos de pedagogía en educación básica que incorporan la perspectiva de la educación inclusiva. Calidad en la educación, (46), 20-52. Recuperado de https://scielo.conicyt.cl/pdf/caledu/n46/0718-4565-caledu-46-00020.pdf
Fuente video: https://www.youtube.com/watch?v=54Zl5bMBY-Y&t=113s

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