¡Hola!
La clase del 14 de noviembre estuvo destinada a trabajar los
"indicadores en educación", útiles para que la escuela se
autoevalúe en torno a las prácticas inclusivas, pero... ¿De dónde nacen estos
indicadores? Cada indicador pertenece a algo más general, que sería una
dimensión, existiendo 3 dimensiones. Dimensión A: "Cultura: crear culturas
inclusivas"; dimensión B: "Estructura: Elaborar políticas
inclusivas"; y, por último, dimensión C: "Prácticas: Desarrollar prácticas
inclusivas". Dentro de cada dimensión existen sub-dimensiones, de las que
se desprenden los indicadores, los que son afirmaciones en torno a alguna
práctica inclusiva, surgiendo así una serie de preguntas que permiten que la
escuela pueda decir: en base a las respuestas que damos como institución a
estas preguntas del indicador "x" ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Qué
podemos mejorar? ¿Cómo lo podemos mejorar?
Para
que este aprendizaje tuviera un trasfondo más importante, y resultara mucho más
interesante, creamos indicadores en educación, a partir de nuestras propias
ideas y opiniones. Así, a continuación, se presenta un indicador, señalando a
qué dimensión y sub-dimensión pertenece:
🔺Dimensión B ➟ Elaborar políticas
inclusivas.
B.1 ➟ Desarrollar una escuela para todos.
Indicador: Se han
disminuido las barreras en el aula para personas con discapacidad.
1.
¿Existen espacios físicos adecuados para el óptimo acceso de las personas con
discapacidad al aula?
2.
¿Existen políticas pedagógicas inclusivas, es decir, que atiendan a todas las
necesidades de apoyo?
3.
¿Existe un equipo multidisciplinar que atienda las distintas necesidades de
apoyo?
4.
¿El material que se entrega en el aula es apto para todo el alumnado?
5.
¿El alumnado tiene conocimiento de cómo responder a las necesidades de apoyo
proveniente de sus pares, profesores, etcétera?
6.
¿El profesorado está capacitado para atender a la diversidad que se presenta en
el aula?
⬆ Esto representa un ejemplo de indicador,
pudiéndose desarrollar aún más, a fin de acaparar todas las aristas importantes
en torno a la temática de las barreras en el aula para personas con
discapacidad.
De
esta manera, es posible concluir la importancia de la creación de estas dimensiones
e indicadores, pues a partir de ellos una escuela puede auto-evaluarse en torno
a la inclusión, viendo sus puntos fuertes y débiles, con el fin de avanzar
hacia mejores prácticas inclusivas.
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