Durante la última sesión del 05 de diciembre reflexionamos en torno a la inclusión desde una perspectiva de género. Para
esto, partimos realizando una actividad en grupos, denominada
"explique al extraterrestre", ésta consistía en que cada grupo debía
explicar supuestamente a un extraterrestre el porqué de las distintas
categorías de género, donde se trataron tres exactamente, referidas éstas al
género: femenino, masculino y no binario.
Al compartir las reflexiones de ambos
grupos surgieron discusiones muy interesantes, tales como la difícil tarea de
definir cada una de éstas, ya que éstas pueden definirse desde distintas
dimensiones; como pueden ser la política, lo biológico, lo social, siendo esta última quizás la más relevante, pues vemos cómo prácticas sociales, creencias y
la cultura han incidido enormemente a lo largo de la historia, por ejemplo en lo
que comprendemos como "hombre" y "mujer", asociando a cada
uno distintas características y expectativas asociadas a ambos roles.
La problemática en torno a
delimitar cada una de estas "categorías", preguntándonos de esta
forma si ¿existe realmente una categorización? En principio, al intentar
realizar un esquema fue bastante complejo llegar a un acuerdo, debido a que asumiendo cada una de estas categorías, surgían también otras sub-categorías,
las cuales tampoco podían delimitarse dentro de una u otra.
Lo anterior nos hizo pensar en la gran diversidad sexual que existe actualmente y, de esta forma, en la
necesidad de un acercamiento al tema para la comunidad profesional y general; por una parte, para ser más certero en cuanto a definiciones y conceptos y así evitar caer en estereotipos o prejuicios, y por otro lado, para
comprender mejor las necesidades y derechos de cada uno de ellos, y de esta manera
poder reflejarlo en políticas públicas, a fin de entregar el respeto que cada ciudadano y persona, independiente de la identidad
sexual que lo represente, debe tener.
Por último, es importante destacar la relevancia de llevar
este tema a la opinión pública, a los debates en universidades y en colegios,
con el fin de formar personas y profesionales informados, en nuestro caso como
futuros(as) psicólogos(as) y principalmente aquellos relacionados con el área
educacional, para que puedan de esta forma, entregar una educación y una
formación pertinente basada en valores y respeto, más allá de las materias que
evalúa el SIMCE, sino también en el ámbito de educación sexual.
Parece esencial que a estas alturas del
partido se respete como un derecho de cada uno el poder elegir su
identidad de género. Así también pensamos que la reciente Ley de
Género publicada hace dos meses en nuestro País, debería cuestionarse
el por qué un menor de catorce años no tendría el mismo derecho a elegir
también bajo sus propias preferencias, necesidades, emociones y libertad su
identidad sexual y constituirse así en su subjetividad y en lo social
como aquella persona que es, la cual merece el mismo respeto y atención
que los demás niños/as y adultos/as y que no merece seguir siendo considerado como un "menor" vulnerable y sin opinión.
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