Alejandra
Saldivia Gómez
Referencia:
Huguet, T. (2009). El trabajo colaborativo entre el profesorado como
estrategia para la inclusión. En Giné, C. y otros (2009), La educación inclusiva: de la exclusión a la plena participación de
todo el alumnado, (pp. 81-94). Barcelona: Horsori.
Síntesis y principales
conclusiones:
Huguet
divide el capítulo en ocho apartados, con la finalidad expresar los principales
puntos a considerar en torno al trabajo colaborativo entre el profesorado como
estrategia para la inclusión.
1.
Colaboración, inclusión y especialización:
Es necesario que se originen cambios en las prácticas educacionales de las
aulas, pues hasta ahora los/as docentes se han ido formando en base a costumbres
que no fomentan la inclusión. Reflejo de esto es que la enseñanza se encuentra
ideada para grupos homogéneos, excluyendo a alumnos/as que no logran seguir el
ritmo del grupo. De esta manera, se ha marcado una tendencia a definir como
"especial" a cualquier alejamiento de la supuesta
"normalidad", produciéndose una sensación de desconocimiento y miedo
a lo diferente, recurriendo a los/as docentes con
especialización, lo que propicia la delegación y fragmentación de la educación.
2.
Necesidad de flexibilizar las fronteras
entre los/as distintos/as profesionales: Las prácticas mencionadas
anteriormente terminan aislando a los/as docentes, limitan su espacio de
intervención y provocan múltiples inseguridades.
Así, se concluye que el conocimiento especializado es necesario y debe ser compartido
y contrastado con los/as profesores/as, de manera que se generen procedimientos y
estrategias para que cada uno/a de ellos/as pueda atender a cada alumno/a del aula,
teniendo como objetivo fomentar la participación y aprendizaje de todo el
grupo, potenciando además su autonomía como profesional.
3.
Colaboración, organización y clima
relacional: En los centros es fundamental valorar la diversidad, mostrando respeto
e interés ante las ideas y conocimientos de los/as demás, lo que favorece cambios
positivos en el crecimiento de los/as docentes, creando un mejor clima relacional.
Además, es fundamental la organización de horarios, dando un tiempo en él para
hablar de inclusión, de manera que se analicen propuestas y problemáticas,
formándose un espacio de enriquecimiento y de apoyo entre los/as profesionales.
4.
Dos profesores/as en el aula: El
trabajo de dos profesores/as en el aula -especializados o no- favorece la
inclusión y la colaboración en el centro educativo. No hay que centrarse sólo en
planificar o evaluar una actividad, sino que es importante hacer un contraste entre
ambos momentos, valorando los resultados y observaciones que surgen del
ejercicio. En toda colaboración en el aula, es necesario que se produzca un
trabajo compartido con características como: actitud proactiva, reconocimiento
del saber del otro, empatía, respeto, etcétera.
5.
Cuando el/la profesor/a especializado/a
entra en el aula: De momento, los/as profesionales especializados/as son quienes
se sienten responsables de lo relacionado a la inclusión y la colaboración en
los establecimientos -esperándose que en un futuro todo/a docente se encuentre
comprometido/a y se sienta responsable de la inclusión-, tomando un rol clave
en la mejora de los centros, pues tienen especial sensibilidad a las dificultades
que puede estar pasando un/a niño/a u otros/as docentes. Así, se espera que éstos
presenten ciertos valores y habilidades que favorezcan un clima colaborativo y
de apoyo mutuo, pudiendo generar un aprendizaje bidireccional con el/la docente
del aula.
6.
Colaboración y planificación: Momentos
de colaboración y comunicación en la que dos profesores/as, teniendo en cuenta
a todo el grupo, preparan y planifican las actividades; negocian los roles; gestionan
los espacios, los grupos y los tiempos; observan qué alumnos/as poseen mayor
necesidad de apoyo y cómo éstas serán atendidas.
7.
Colaboración y comunicaciones durante la
actividad: Cada momento en el aula es único, y aporta información
importante a considerar si se desea mejorar; por lo que la comunicación que se
da entre profesores/as al conversar sobre alumnos/as durante la actividad, es
fundamental, pues fomenta el conocimiento mayormente ajustado a los
requerimientos del niño/a.
8.
Colaboración y evaluación: Valorar
conjuntamente las sesiones compartidas es una valiosa instancia para la mejora
de la metodología y del nivel de colaboración en el aula. Hay que evaluar tanto
aspectos de enseñanza-aprendizaje, como también aspectos de la interacción entre
los/as educadores/as, con el fin de avanzar y generar un buen nivel de
colaboración entre las partes.
Considerando
los puntos expuestos previamente, la autora hace hincapié en que para construir
aulas inclusivas es necesario crear dinámicas colaborativas entre profesionales,
con el fin de que todos/as vayan adquiriendo responsabilidades en este gran
proyecto, pudiendo participar en él, independiente de su área de conocimiento.
Breve comentario: Lo
expuesto por Huguet es de especial importancia para la temática central del
curso, pues el profesorado -especializados o no- tiene un papel fundamental en
la inclusión. Para que se avance hacia lo inclusivo es necesario que se
implementen prácticas que valoren la diversidad y atiendan no sólo las necesidades
de los/as alumnos/as, sino también las múltiples inseguridades que pueden
presentar los/as docentes a la hora de enfrentarse a los requerimientos y
necesidades de apoyo de todos/as los/as educandos, estableciendo espacios de
colaboración y cooperación entre los/as profesionales, con el fin de optimizar
constantemente las actividades y relaciones que se dan en el aula, creando
prósperos espacios de aprendizaje-enseñanza bajo una metodología inclusiva.
Citas textuales:
"La cultura
docente en general se ha ido construyendo a partir de supuestos básicos que no
favorecen la inclusión" (p. 81).
"La fragmentación
y la especialización acaba aislando a los educadores, acotando su ámbito de
intervención, y los convierte en profesionales que necesitan la ayuda de
expertos y especialistas en cada parcela educativa, según el problema o decisión
a la que se enfrentan" (pp. 82-83).
"El conocimiento
especializado es necesario, pero (...) requiere ser compartido, desmitificado y
contrastado con las miradas de los docentes directamente implicados con los
alumnos y con su integración en el grupo" (p. 83).
"El problema no es
el alumno que no aprende o que experimenta barreras al aprendizaje; el problema
o, mejor dicho, el reto es que todos los profesores se impliquen en la mejora
de las situaciones de enseñanza para que todos los alumnos puedan participar y
aprender (p. 91).
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