En
Chile está claro que la educación no llega de igual forma a todos/as los/as estudiantes, por lo que ya hace varios años se han comenzado a implementar el programa de integración escolar (PIE),
el cual consiste en implementar medidas con un enfoque inclusivo, para disminuir aquellas
barreras que afectan el proceso educativo de los alumnos (Mineduc, 2016).
El
PIE se enfoca en ayudar a aquellos estudiantes que tienen necesidades educativas especiales (NEE), es decir aquellos que tienen dificultades en
su proceso educativo, ya sea por su contexto, diferencias o características individuales,
un ejemplo de esto sería un niño que presente discapacidad visual, lo cual le dificultaría adecuarse
a un aula regular si no se le entregan las herramientas necesarias o si no se hace
un cambio en la metodología de enseñanza; por lo tanto este proyecto busca
integrar a toda la diversidad (Mineduc, 2016). A este respecto, nos parece importante mencionar nuestra opinión en torno al concepto utilizado anteriormente, creemos que al ser etiquetadas como "especiales" estas necesidades que presenta el estudiantado, igualmente se estaría haciendo una distinción que no favorece el camino del enfoque inclusivo, siendo tal vez más adecuado decir "distintas necesidades de apoyo".
Siguiendo con el proyecto, para lograr integrar a toda la diversidad, el estado otorga dinero
adicional a las escuelas que llevan a cabo el PIE, este dinero se distribuye de
acuerdo a cuántos estudiantes con NEE hay en el establecimiento, y si éstas son
de tipo permanente o transitoria, y qué dificultad es. El fin de esto es que
esa subvención vaya destinada a mejorar la calidad educativa, sin embargo tiene
que enfocarse en mejoras que beneficien a los estudiantes con NEE, por lo cual
este dinero no puede ser usado para financiar el funcionamiento normal del
colegio, pues se busca favorecer el aprendizaje y desarrollo de los/as estudiantes con NEE, capacitando a los/as docentes, invirtiendo en recursos y
estructura que favorecen el desarrollo de estos alumnos, entre otros. Para esto
también se genera un trabajo multidisciplinario, en el que los/as docentes
trabajan junto a especialistas de otras áreas, todo esto para generar un trabajo
colectivo y desarrollar estrategias más adecuadas para ayudar a los estudiantes (Mineduc, 2016).
El
objetivo del PIE es cambiar la visión de la educación de una en la que se centra
en el/la estudiante y su déficit o discapacidad, a una en la que se busque eliminar
las barreras que presenta la propia educación y su contexto, para así incluir a
todos los estudiantes en el proceso educativo, y que la diversidad deje de ser un
problema, y sea una forma de aprender del otro u otra (Mineduc, 2016).
Sin embargo, se puede ver
que en Chile aún queda mucho camino por recorrer cuando se habla de inclusión,
ya que a pesar de que hayan políticas enfocadas en incluir a la diversidad, las
bases de la educación chilena presentan muchos problemas, debido a que ésta funciona
bajo lógicas de mercado, lo que causa una exclusión en gran parte de la población.
Además de que sus formas de evaluación están regidas en gran parte por la estandarización,
lo cual deja de lado un espectro amplio de lo que es educación. Un ejemplo
claro de esto son la pruebas SIMCE y PSU, en las cuales varía el puntaje de
acuerdo al nivel socioeconómico al que se pertenece; lo peor de esto es que con
estas pruebas se toman decisiones en los establecimientos (SIMCE) o se ve si un
estudiante puede ingresar a la educación superior (PSU). Así, a pesar de
que hayan mediadas que busquen incluir a los/as estudiantes, lo primordial es comenzar cambiando el enfoque implementado en la educación de los/as estudiantes, es decir, el enfoque de la educación que se da hoy en día en nuestro país.
Referencia: Ministerio
de educación. (2016). Programa de Integración Escolar.
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